El gran caudal circulante afecta a la dinámica de los peces y condiciona la práctica de la pesca

La frialdad del agua y el abultado caudal que soportan los ríos regulados por embalse en los que la temporada continúa abierta, además de los graves perjuicios que ocasionan a las poblaciones trucheras a causa de la inversión de caudales que afectan a la dinámica de los peces a lo largo del año, condicionan enormemente la práctica de la pesca durante este mes de agosto. En los tramos donde el cebo natural está autorizado, los mejores resultados se obtienen dejando derivar el aparejo bien pegado al fondo y empleando las ninfas de los insectos acuáticos como señuelo. A cucharilla, las doradas del número tres, con la paleta alargada y con puntos rojos, dejándolas mariposear por los fondos pedregosos están demostrando su eficacia. Lasmoscas artificiales, empleando posturas crudas en los tramos altos y las normales de esta época en los bajos donde el agua discurre más templada,están proporcionando buenas capturas. En todas las modalidades, cuando se pesca aguas arriba es necesario tener siempre bajo control la línea y dar un tirón instantáneo cuando se produce el ataque del pez. Pescando aguas abajo, aunque generalmente los peces se suelen enganchar solos ya que la línea está tensa de por sí, también resulta conveniente dar el tirón para asegurar el clavado.

En cuanto a los ríos en régimen natural, con la veda ya cerrada, además de las acciones furtivas que suelen producirse en esta época, comienzan a padecer el habitual mal uso que se hace de su caudal durante el verano, con apresamientos clandestinos para el riego de fincas que dejan el río bajo mínimos ecológicos provocando casos de mortandado aislamientos de poblaciones que propician un excesivo estrés de los peces. Desde las asociaciones de pescadores se sigue alertando de esta problemática y pidiendo mayor rigor en la aplicación de la normativa vigente, así como la implantación de medidas eficaces que garanticen un buen uso del agua.

Moscas de verano

Durante el mes de agosto, si el día es propicio, se puede observar a las truchas alimentándose intensamente en la superficie del agua con la enorme variedad de insectos que son arrastrados por la corriente. En los tramos altos, con aguas excesivamente frías, las posturas de primavera pueden resultar más eficaces que las propias de la época. Una imitación de efémera con el cuerpo tostado y alas en pluma cruda (india o parda) puede dar gratas sorpresas. En los tramos medios y bajos, una de las moscas imprescindibles en el aparejo es la “palometa”, denominada así por su color blanquecino y vuelo peculiar. Esta efémera es una de las especies predilectas de las truchas, que al coincidir con la puesta de sol, comienzan una captura incesante de las hembras que se precipitan sobre el agua para efectuar la puesta tras el vuelo nupcial.